Kandinsky inspira iluminación de museo para hacerlo interactivo a través de la luz

El atrio ofrece una experiencia lúdica y educativa nocturna llena de colores, sonidos y formas, y emplea energía fotovoltaica

El Museo Artequin, en Santiago de Chile, declarado Monumento Nacional por el estado tiene más de 1000 mt2 y fue construido hace más de 130 años. Desde 1992 está dedicado a los niños, a quienes se enseña arte contemporáneo a través de reproducciones de arte y talleres infantiles.

Quien planeó la intervención de la plaza fue la diseñadora de iluminación Paulina Villalobos con la idea de transmitir tres conceptos: luz, sombra y movimiento. El proyecto se denominó Plaza de la Luz y el Arte Enel, y fue esta institución la que financió el plan lumínico.

Paulina Villalobos comparte a Iluminet su experiencia en el Museo Artequin.

Fachada

La colorida Fachada patrimonial del museo ahora se ilumina con los colores del atardecer de Santiago. Así como la obra de Monet -que pinta la Catedral de Rouen de distintos colores según la luz del día- la iluminación de la Fachada Norte, constantemente asoleada en el hemisferio sur, cambia en una secuencia de 2 minutos en los distintos colores de la luz del día desde el cálido y anaranjado atardecer hasta un melancólico violeta del amanecer.

La iluminación hace referencia al espíritu de observación del color de la luz a través de la secuencia de programación que ilumina la fachada, sin contaminación lumínica a través de una serie de spots apantallados.

Color y Sombra

Las zonas de juegos, a ambos lados del ingreso al Museo se iluminan aparentemente de manera tradicional. Se proyectan los colores primarios de la luz de manera separada, un foco en rojo, otro en verde y otro en azul, cada uno de ellos pasa por esta trilogía de color es en una secuencia de 30 segundos… pero sobre la superficie del suelo se percibe un blanco continuo y estable, ¡a menos que alguien y su sombra lo interrumpan! Aquí es donde la luz se descompone en 6 colores y se puede jugar entendiendo la sombra como una lección de luz y color.

La obra eres tú

Esta instalación consta de 2 portales que al cruzarlos, la luz programada cambia en secuencias de colores saturados. El primer portal es RGB con los colores primarios de la luz (rojo, verde y azul) y el segundo portal contiene la secuencia de colores complementarios CMY (calipso, magenta y amarillo); quien llega a cruzarlos se transforma en un cuadro de Arte Pop, con colores Technicolor.

Los habitantes de Kandinsky

Los habitantes de la obra “Cielo Azul” de Kandinsky son sacados de su contexto pictórico y transformados en luz proyectada sobre los accesos. Estos personajes que pintan el pavimento son los que invitan a entrar a la plaza y luego a través de las escaleras de ingreso dan la bienvenida al museo. Es la luz convertida en forma y a su vez un homenaje a Kandinsky quien da el nombre a la Plaza de la Luz y el Arte.

Triángulo Sombreadero fotovoltaico

El Sol es el protagonista de esta obra, El Sombreadero, una estructura inclinada 33° hacia el norte -como la latitud de Santiago- para que los paneles fotovoltaicos queden perpendiculares a la radiación solar promedio (equinoccio) con el fin de captar mejor los rayos del Sol y producir la energía limpia equivalente a la energía eléctrica que utiliza la plaza de noche (luz y tótems para carga usb). La forma Triangular está inspirada en Kandinsky y las sombras que proyecta dibujan un triángulo con trama de colores como varios de los cuadros de este pintor.

Reloj de Sol

El reloj de Sol está trazado con precisión astronómica para dar la hora y el momento del año. Según la posición del Sol, la sombra nos da la información de la hora y el lugar durante el día, y durante la noche las líneas de tiempo se encienden como una instalación de luz en de trazos de luz cálida.

Fuente: Iluminet